domingo, 5 de marzo de 2017

LA VERDAD SOBRE EL AGUA

Vivo en un planeta en el que nuestro cerebro solo puede ver las señales que le manden la retina, por desgracia mi retina es diferente por lo que mi cerebro puede ver un espectro mas amplio de nuestra existencia.
Vivo en una casa totalmente aislada del mundo, para acceder a ella tienes que saltar una verja de 2 metros y andar un buen paseo hasta llegar hasta la vivienda. Es imposible que nadie desde fuera de la verja pueda ver lo que hay en la vivienda, pero a mi pareja le gusta siempre que puede correr las cortinas para que nadie nos vea. Esta mañana le dije que por favor no lo hiciera ya que había mucha humedad y el Sol ayuda a secar los cristales y las paredes (una justificación razonable), pero se lo tomo como ofensa personal pensando que era una lucha de egos.
Este comentario no viene como reproche a un mal entendido matutino sino como ejemplo de vida. La mayoría de nosotros vemos y nos ven en una misma dimensión pero que pasaría si nos diéramos cuenta de que no hay forma de escondernos aun poniendo unas cortinas opacas?
Siento decir que vivimos en múltiples dimensiones algunas inferiores y otras superiores, que aunque nosotros no podamos verlas ellas a nosotros sí, creo que se podría llamar nuestra dimensión “la dimensión de los ciegos” por nuestra falta no solo de vista sino de entendimiento.
Solo hay un arma que nos ayuda a que las dimensiones inferiores nos enfermen ya que estas se alimentan de nuestra energía.
¿Cúal será ese arma?
EL SOL
Cada vez que entra un rayo de sol en casa es capaz de matar miles de bacterias entre ellas la de la tuberculosis y la echerechia coli. Aunque no las podemos ver nuestros microscopios si.
Si llegamos a casa cansados de un día de trabajo y nuestra vivienda no ha estado lo suficientemente aireada y soleada estas bacterias entraran por nuestras fosas nasales o mucosas para provocarnos enfermedad y dolor.
Como decirle a mi pareja que si después de un día de trabajo agotador, llego a casa , mi santuario mi lugar de reposo el cual tiene que estar lo más higiénico y confortable posible que si me meto en la cama con un ambiente lleno de bajos astrales no voy a poder sobrevivir a esa noche aterradora. El solo mata bacterias que no podemos ver al igual que entidades inferiores de otras dimensiones.
Los egipcios adoraban al Sol como dador de vida y desde luego que algo debían de saber al respecto.
Nuestro astro nos regala todos los días infinidad de radiaciones, IR, UVA A, UVA B, UVA C……
Todas ellas tienen  beneficios y perjuicios, nuestra capa de ozono tenía la misión de filtrar los perjuicios de esos rayos para que usados con moderación solo obtuviésemos los beneficios, pero eso paso a la historia. El ser humano lo esta destruyendo todo no solo abajo sino arriba. La capa de ozono es tan fina que ya no hace su trabajo por lo que tenemos que ponernos capas y capas de pantalla solar y gafas de sol cada vez que queramos exponernos los brazos de nuestra estrella enana roja. Lo podéis percibir, el Sol pica, es como si estuviera enfado, esta agresivo, nadie aguanta al Sol sin embadurnarse de protección.
Pues bien, el UVA C es un rayo germicida, es decir si posicionamos una fuente de bacterias a esta luz las bacterias mueren en segundos.
Desde el primer día que tomé mi primer trago de agua parecía que estaba tragando agujas y alfileres, los sentía pasar a través de mi paladar por mi garganta e irse depositando por todo mi cuerpo, hasta podía oír a estas agujas hablar
-         ¡Te destruiremos!... Este cuerpo huésped es ahora nuestro.
Me resigne hace muchos años a vivir con esa losa diaria sobre mis hombros, sabiendo que al menos un litro y medio al día debía beber ese veneno. Desde luego mucho mejor el agua de manantial que la que sale del grifo pero no todos los manantiales tiene la misma calidad y luego esta el problema de los monómeros del plástico que entrar en contacto con el agua, se depositan en nuestro cuerpo cuando la bebemos y se comportan como xeno-estrogenos, es decir, alterando nuestras hormonas llegando al punto de feminizarnos y provocando canceres y diversas patologías.
Con este articulo quiero que sepan las autoridades sanitarias, que no me engañan, cuando me dicen que el agua corriente que sale del grifo es potable no es cierto y cuando me recomienda agua mineral en botella de plástico tampoco ayuda.
Trate de poner el agua mineral debajo de una pirámide antes de beberla y someterla a una corriente china, lo cual ayudo bastante pero todavía me sabia cianuro potásico y prefiero no describir como se ve el agua con mi retina.
Una noche recibí una inspiración divina. Un médico Egipcio apareció en mis sueños y me dijo
-         ¡Usa el Sol, Usa el Sol….!
¿Cómo comprar el Sol para meterlo en una botella?  - pensé
Pues mi fácil, existen unas lámparas de rayos UVA que se utilizan en acuarofilia para evitar que el agua de los peces se infecte de bacterias y virus.
Tarde en localizar el contacto pero conseguí comprar una lámpara sumergible de rayos UVA  y sometí el agua a esa terapia.
El resultado fue espectacular, el sabor del agua se dulcifica y alcaliniza, (Ha dejado de hablar, eso significa que no hay bacterias) hasta mi pareja en una prueba a ciegas se dio cuenta de la diferencia.
Decidí abandonar el agua embotellada en plástico por lo que compré un filtro de carbono de 5 micras. No todos los filtros de carbono son válidos, ya que si sus fibras están muy separadas entre sí, no limpian lo suficiente el agua.
En definitiva, me veo con la obligación de compartir esta información ya que parecen que nos están tomando el pelo continuamente, tanto las autoridades sanitarias como las empresas encargados de vendernos agua saludable.
Por cierto la ósmosis inversa no es saludable porque convierte el agua corriente en agua destilada, la desmineraliza, esta cuando llega a nuestras células hacen que están absorban más CO2 de lo normal con el consecuente riesgo de enfermedad para la salud.
Además he de decir que el filtro de carbono de 0,5 unidades micras y la lámpara UVA es la opción más económica de todas.
Espero haber aportado un poco más de claridad y luz al desconocimiento que hoy en día tenemos del agua que bebemos.
Acabo con una máxima de Hipócrates el padre de la medicina moderna:

         -SOMOS LO QUE COMEMOS- QUE EL ALIMENTO SEA TU MEDICINA-