sábado, 27 de diciembre de 2014


Del próximo libro de Lice Moreno The Children of The Sun
Todos pudieron ver la imponente imagen del Dios Thot asomado a la pantalla mirándoles. Pero aquella figura similar a las representaciones de la iconografía egipcia fue mutando poco a poco hasta aparecer un ser semejante a Horus y Osiris. Era una entidad alta, con ojos casi llameantes, de color aceituna, con pelo negro pegado a la cabeza. Tenía un mono ajustado a su cuerpo de color azul y en el lado izquierdo a la altura del pecho aparecía en relieve el círculo con el punto en el centro.
En la mano del “dios” apareció una vara de poder. Thot, el dios de la sabiduría Egipcia, venerado por todos los iniciados de todos los tiempos, levantó el cetro sagrado tocando con su extremo el cielo estrellado. Se rasgó el firmamento para aparecer siete esferas inmensas. Esas esferas fueron bajando su intensidad de luz para convertirse en los planetas de nuestros Sistema Solar.
Cada esfera tenía en su interior seres luminosos que la protegían y la guiaban.
Luego aparecieron seres humanos maldiciendo, gritando y alterando su voz para mentir, sentenciar a muerte, vejar al inocente, discutir y conspirar. De estos seres salían larvas negras repugnantes que formando un ejército de maldad subían al cielo y se alojaban en la primera esfera, que correspondía al planeta Mercurio. Otras tantas imágenes mostraban ahora la mente macabra de los asesinos, de los envidiosos y de los iracundos. Al igual que el caso anterior de sus cabezas salían ejércitos de larvas dañinas, que se incorporaban a las primera para convertir la esfera, antes bella y luminosa, ahora en un poco de inmundicia.
Thot levantó su cetro y mostró la esfera de Venus, la más bella, que poco a poco se iba ensombreciendo puesto que un rio de dolor, nutrido por larvas producidas por seres humanos impíos y malvados se alojaba en dicha esfera planetaria. Los hermanos vieron la inmundicia que salía del violador. Las larvas del desamor, de la deslealtad y de la impiedad. Todos se estremecieron ante la frialdad de los seres poderosos que permanecían pasivos ante al hambre y la necesidad de los niños del tercer mundo. Toda esa maldad salía de los seres humanos y viajaba a dicha esfera.
Volvió Thot a rasgar el cielo y apareció la figura del Dios Marte, el dios de la Guerra que capitaneaba millones de seres humanos portando artefactos de tortura, de muerte y de mutilación. Otro rio incontenible de energía pútrida, sanguinolienta y maligna apagaba la luz de Marte y sus dioses, los que le cuidaban derramaban lágrimas por la maldad y la violencia del ser humano.
De nuevo el cetro del dios tocó otra esfera; la más grande de todas y apareció como en las otras el mismo ritmo de energía negativa nutrida por los seres que vivían del vicio, de la gula, de la droga y de la falta de mesura. La borrachera de uno, junto con la comilona de otro producían lombrices negras que anegaban el caudal del rio oscuro que apagaba Júpiter. Todos vieron a los sacerdotes, mesías y los que decían representar a Dios, que con sus doctrinas equivocadas enviaban al hombre a la muerte o la indignidad. Estas larvas eran también reclamadas por la energía de aquella esfera.
La siguiente esfera recibía el dolor en forma de vibración de los duros de corazón, de los jueces que mandaban a la muerte a sus semejantes. Las enormes larvas de los políticos y reyes que con sus decretos alteraban la ley natural imponiendo doctrinas basadas en el dinero, en lo material y que mataban la vida en el planeta. Esta era la esfera de Saturno, donde se aloja los maestros de sabiduría que dictan la justicia de nuestro Sistema Solar.
Thot volvió a golpear el cielo con su cayado mágico y todos vieron ahora la pestilencia que emanaba de los egoístas, de los que no amaban al hombre, de los que no respetaban las leyes, de los que martirizaban su cuerpo con drogas y alcohol, disminuyendo el rio colectivo de la vida. El enorme caudal de mal y de sufrimiento apagó la esfera planetaria donde moran los maestros del ingenio y de la fraternidad. La sagrada mansión de Urano.
Luego, ascendiendo al cielo otro reguero de dolor era alimentado por los seres que habían perdido la oportunidad de experimentar al quitarse la vida, de los que envenenaban su cuerpo con productos malignos, como el alcohol y el tabaco, que daban satisfacción inmediata al paladar pero cáncer en las entrañas. Los dioses de Neptuno, donde reside el poder de los poetas, de los que contemplan la grandeza del universo, lloraban al ver su morada inundada de sufrimiento.
Thot volvió a realizar la misma operación y todo el espacio de llevaba de larvas, gusanos y animales informes, inmundos y pestilentes que habían salido de los millones de muertos causados por las guerras y la ambición egoísta de unos pocos poderosos, incapaces de sentir el dolor de su prójimo. La última esfera, la del dios Hades, recogía todo este caudal de maldad y se apagaba su luz convirtiéndose en tinieblas.
El dios Thot se marchó para dar paso a un ser hermoso que tenía detrás el Disco Solar. Era Ra el dios del Sol. Este ser más sutil que el anterior, con contornos etéreos y vaporosos, hecho de polvo de estrellas, toco con su cetro al Sol y este exhaló una bocanada de luz que iluminó de nuevo a las esferas, volviéndolas bellas y armoniosas.
Todos los hermanos pudieron ver impresionados lo que a continuación las imágenes que llegaban a través de María.
La primera esfera al recibir la luz envío todas larvas malditas hacia la Tierra, pero estas larvas se introducían indiscriminadamente en pequeños inocentes, en personas buenas, en seres que antes no las habían producido. Y la larva de la mentira producida antes por un ser que vivía en América, se alojaba ahora en un pequeño niño de la India que nacía con un tumor cerebral pues la larva maligna mataba las neuronas del pequeño.
Todos los planetas enviaron a la Tierra toda su carga maligna, alimentando ahora con más fuerza al asesino, y al ladrón. Se alojaba en otros seres produciendo yagas, cánceres e imperfecciones.
Y todos los hermanos comprobaron que es el hombre el que causa el mal de su semejante por dejarse llevar por sus debilidades y por su egocéntrico egoísmo.
Luego vieron distintos pasajes de la Historia donde los hombres invocaban a los dioses pidiendo ayuda o maldiciéndolos por haber mandado castigos. Vieron la necedad de los sacerdotes intentando erradicar la peste con oraciones en vez de higiene.
Las imágenes conmovieron a todos, no era necesario escuchar el mensaje, los dioses habían tenido la habilidad de enviar en forma gráfica a través de María, el mal que el propio hombre se produce asimismo en forma consciente e inconsciente.
Gustav escondió su rostro detrás del ordenador al comprender que el cigarrillo que había fumado poco antes de la Tenida, contribuiría a la enfermedad de un inocente en África. Otros tantos hermanos se empequeñecieron al observar que aquel sentimiento de envida, de pereza, o de indiferencia, hacía crecer el caudal de los ríos del mal que van a las esferas celestes y que luego retornan a los hombres en una espiral interminable de sufrimiento.
En aquel instante, todos dejaron de fumar, de comer carne, de pensar mal, de suscitar envidia o impiedad. Todos se sintieron culpables.
Muchos lloraban. Y aunque María yo no emitía más imágenes, un profundo silencio inmovilizó cada latido de corazón, cada respiración de los miembros de la Orden The Children of the Sun.
Los hermanos entendían ahora finalmente que las enseñanzas esotéricas de su Orden empleaban la mitología egipcia, no para hacer estúpidos rituales, sino que aquella enseñanza trasmitida por los iniciados del pasado podían entenderse ahora en forma rotunda pero de una manera práctica.
Jean Renaux solicitó de María, su amada, que explicara si había recibido algún mensaje sonoro.
- No, pero las imágenes que me han mostrado no creo que necesiten palabras que las expliquen. He visto también la imagen de nuestro hermano Robert, creo que él conoce muy bien este mensaje.
- Robert ¿Tienes algo que decir al respecto?
El astrólogo se acercó al centro de la sala, solicitó la ayuda de Gustav. Activó el ordenador y apareció en la pantalla central el dibujo de un horóscopo o de una carta natal.
- Como podéis ver en esta carta, el planeta Mercurio, que gobierna la inteligencia tiene malos aspectos; es decir que esta persona al momento de nacer, este planeta estaba repleto de larvas o de malas vibraciones, para ser más exacto. Por tanto ha causado a esta persona sordera.
Si observáis ahora al planeta Venus, que está aquí –Señalándolo con la mano, pues la mayoría no conocía la simbología astrológica- goza de muy buenos aspectos. Lo que nos quiere decir, es que cuando esta persona nació el planeta Venus había sido purificado, por lo tanto esta persona será feliz en el amor.
Y para terminar, y no ser pesado, si observáis a Marte que está en el signo de Libra, también ha recibido una gran carga de negatividad y esta persona tiene cólicos nefríticos desde niño y padece una hernia discal. Como podéis deducir, si ya nace con estas patologías desde niño, tiene que existir alguna lógica que lo explique.
Esto es grandes rasgos lo que la magistral visión de María nos ha transmitido.
Thomas Yorken, el obispo renegado preguntó con interés.
- Robert ¿Quiere esto decir, que todos somos culpables de las enfermedades de esta persona?
- En cierta medida sí. Por supuesto que él tiene su propio Karma, pero os aseguro que todos tenemos que ver en el destino el bienestar y la felicidad de todos nuestros semejantes.
- Por esta lógica, mi querido hermano, si todos los seres humanos produjéramos armonía, paz, amor, salud y practicáramos las virtudes, se erradicarían las enfermedades y el dolor de la Tierra.
- Tú lo has dicho.
- Pues os aseguro que si hubiese infierno, yo iría de cabeza al mismo, pues me he pasado la mitad de mi vida recomendando oraciones, ejercicios espirituales y gilipolleces doctrinales haciendo creer a mis feligreses que Dios nos ayuda, nos salva o nos puede conceder nuestras súplicas si tenemos fe. Menos mal que además he predicado el amor, el humanismo y la solidaridad que es en definitiva lo único que nos va a salvar de nuestra infelicidad.
María sentenció el tema con un comentario.
- Mi experiencia de todos estos años, me ha enseñado que a pesar de que he visto a seres poderosos que vienen a visitarme. A pesar de haber visto a nuestros padres creadores, jamás me han venido a ayudar cuando he tenido dudas o he tenido que experimentar alguna vivencia. De hecho me daría vergüenza pedir algo o rezar. La Suprema Inteligencia vive en el hombre Si amamos intensamente al hombre amamos a Dios y creamos nuestro destino.
Jean Renaux, con la aristocracia que corresponde al Imperator concluyó.
- Nosotros los hermanos de la Orden The Children of the Sun, nos reafirmamos en nuestra doctrina humanística basada en el amor y el conocimiento.

miércoles, 10 de diciembre de 2014


MANUAL DE SUPERVIVENCIA: COMO PASAR LA NOCHE Y NO MORIR EN EL INTENTO.

Este trabajo lo escribo por si existe algún desafortunado que teme cada noche la puesta del Sol, Que no encuentra lugar donde esconderse hasta el siguiente amanecer, que prefiere morir antes de sufrir una noche mas .
Voy a hacer un prólogo para explicar lo que sucede en nuestro planeta cuando el Sol se va y desaparece por el horizonte. Todos los astrales,  hijos de la oscuridad emergen puesto que es su hora de resucitar y empezar a vivir otra noche más, pero además de despertarse todos a la vez, lo hacen porque  tienen hambre y su comida favorita es nuestro campo energético, nuestra aura para finalizar con nuestra materia. Vosotros no los podéis ver pero los podéis sentir. Recordar todas esas mañanas que os levantáis con jaqueca, cansados, mal humorados……. ¿Por qué será?
Miles de parásitos oscuros de forma fusiforme emergen del suelo para empezar su festín a nuestra costa.
Pero por si esto fuera poco, cuando nuestro cuerpo astral se desprende del cuerpo físico , en ese mismo instante y justo antes de alcanzar un plano superior, cualquier persona viva o muerta que tenga una cuenta pendiente con vosotros os esta esperando a los pies de vuestra cama para dar rienda suelta a sus impulsos nada pacíficos.
¿Nunca habéis soñado que os peleáis con alguien que no reconocéis? ¿O que os atacan animales salvajes? ¿ O que os dan una paliza?
Pues bien, es real. No ha sido un sueño.
 Os estaban esperando con diferente aspecto físico vuestro enemigo para zurraros.
Tras sufrir todo tipo de vejaciones, palos, tortas, patadas y bofetadas la mayoría de las noches por parte de personas que no les caigo muy bien, creo que he conseguido después de 22 años encontrar la solución.
Desde hace un año tengo un perro, al cual desde hace poco, le he acostumbrado por puro pánico, a que se eche la siesta conmigo a los pies de la cama. 
Mi sorpresa fue cuando observe que al quedarse dormido, su astral salía de su cuerpo físico por el 4º chacra exactamente como nosotros y que su espíritu era individual y no colectivo como me habían dicho.
En cuanto su cuerpo astral sale de su cuerpo físico, lo primero que hace es comerse todas las larvas o entidades que viven en la oscuridad, sirviéndome como escudo o arma de defensa. Pero lo mejor de todo es cómo el astral del animal espera a que salga mi cuerpo astral a los pies de mi cama defendiéndome de todos esos bajos astrales.  En ese mismo momento, aparecen el cuerpo astral de mis enemigos, pero esta vez, antes de enfrentarse conmigo, se tienen que enfrentar con el astral del perro. El cual me defiende con uñas y dientes, ladrando y dándoles bocados si se atreven a tocarme.
Tras esta experiencia lo que me entristece es la perdida de conexión que el ser humano ha tenido con respecto a los animales y la naturaleza que nos rodea. Estamos diseñados para vivir en un ecosistema, tanto físico como astral. Sin los animales y las plantas el mundo astral del ser humano se empobrecería hasta el infinito y el ser humano enfermaría y moriría.
Las antiguas civilizaciones no vivían, convivían con animales: gatos, pájaros, perros…. Porque sabían que tenían su apoyo energético o astral.
Hoy día, defendemos nuestro espacio vital, diciendo que los  animales y las plantas propician enfermedades si conviven con nosotros. Lo que nadie sabe es la cantidad de enfermedades que se propician si los animales y las plantas no entran en nuestro espacio de convivencia. Somos una simbiosis con el planeta. Los Dioses nos rodearon de todas estas especies no solo para alegrarnos la vista o comérnoslas, sino para poder equilibrar nuestro mundo astral, nuestro Universo energético.
¡Que bien lo han diseñado nuestros ingenieros dadores de vida o nuestros Padres genéticos!. Toda especie animal o vegetal tiene su implicación no solo  energética sino física con los humanos. Apoyándonos y ayudándonos en toda nuestra evolución. Mi único reproche hacia ellos es que me lo podían haber dicho antes…. para no tener que esperar 22 años y descubrirlo por casualidad.