jueves, 26 de marzo de 2015

CIEN POR UNO

La verdad que el título del artículo parece un descuento del Corte Ingles pero dista mucho de pertenecer a las rebajas. Es una experiencia paranormal no muy agradable ni para mí ni para el lector pero a cambio muy educativa y espiritual.
Como todas las mañanas voy a correr una hora y media con mi perra por un  lugar paradisiaco rodeado de naturaleza, sol y mar.
La perra disfruta cada mañana de esa carrera como si fuera la última, ya podríamos aprender un poco de esas actitud, ¿verdad? 
Cuando llego a casa, me dirijo siempre a la huerta a ver que encuentro por allí, alguna fresa ya madura, una nueva hoja en los kiwis , que por cierto tengo que regarlos, una flor en las papayeras , con ese magnífico olor  a vainilla. En fin, me relajo disfrutando de los olores, sabores y colores que la naturaleza gratuitamente me da, mientras Ra (mi perra) se dedica a sacarme de quicio intentando jugar a las mordidas. Intenta morderme donde puede. Como cachorro que es todavía le queda ese carácter juguetón y divertido.
Pero un día, no me dio tiempo de disfrutar. Nada más poner el pie en la huerta apareció el Dios Pan ( para los profanos he de decir que es un centauro cuidador y protector de la naturaleza en nuestro planeta tanto la flora como la fauna). Tampoco Ra pudo morderme por doquier ese día. Nada más ver al Dios Pan se quedó en posición de sumisión y postración , no se le movían ni los pelos por el  viento.
-         Yo antes era tu protector, ¿te acuerdas? - Dijo el ser-
En ese instante aparecieron en mi mente imágenes de cuando fui mineral, planta, pez, animal y también centauro, el paso intermedio que todos damos antes de llegar a ser humanos.
-         Si, si….. Me acuerdo- respondí entusiasmado.
-         CIEN POR UNO – me dijo – CIEN POR UNO…..
-         Por cada uno de mis protegidos que toquéis morirán cien de los vuestros.
-         ¿Venganza? – respondí yo-
-         No; justicia – me dijo -  Es la ley de acción, reacción y también morirán cachorros de tu especie.
La verdad, que no entendía nada, no sabía a que se refería y menos aún que me quería decir.
-         Cierra los ojos- Me dijo –
En ese instante apareció en mi mente la mutilación de un cachorro de perro por parte de un depravado, lo partía con un cuchillo grandísimo. Los gemidos de dolor del animal me golpearon en el alma con tanta fuerza que se me saltaron las lágrimas. Justo después vi como el Dios Pan junto con la karpa (que también es otra entidad que rige la muerte) golpeaban la tierra con un bastón de mando blanco y hacían salir millones de larvas hambrientas del subsuelo a la superficie, apoderándose de toda vida humana que pasase por allí.
Al día siguiente en las noticias pude ver como la policía científica estaba buscando en el municipio de Breña Alta a un depravado porque había robado el cachorro de una casa, lo había cortado por la mitad y lo había vuelto a depositar en dos partes en la casa donde se encontraba la madre del animal y los dueños de la misma.
Y dos días después pude ver como un avión con 150 personas se estrellaba en los Alpes franceses. En el avión había niños o cachorros.
¿Coincidencia?
No entiendo el maltrato ni animal, ni hacia la naturaleza y hacia mis semejantes. Yo tengo un perro y le trato con cariño, afecto y amor. Eso suscita la envidia de muchos porque su corazón es tan pequeño que no pueden llegar a sentir la compasión hacia una especie indefensa que depende de nosotros y que nos recuerda en todo momento lo que fuimos.
Una vez soñé como mis padres genéticos eran de Orión ,  eran tan evolucionados que para descansar se apoyaban en una roca y se fusionaban en ella cogiendo toda su fuerza y energía. Me imagino que para llegar a ese grado de evolución primero tendré que aprender a cuidar, querer e integrarme con todo ser viviente que me rodea sea de la especie que sea.
El planeta no es nuestro, somos la especie más joven del mismo. Nada nos pertenece, no tenemos espacio propio, tenemos que aprender a compartirlo  con todas las especies que nos rodean con respeto y amor.
Existimos para aprender a cuidarles y poder evolucionar a planos superiores.
En fin, muchas veces pienso que porque nos han hecho ciegos. Si la humanidad pudiese ver las diferentes dimensiones aunque solo fuese por un instante, el ser humano cambiaria a mejor porque se daría cuenta de que sus actos siempre tienen una  consecuencia.





domingo, 15 de marzo de 2015


AMOR INCONDICIONAL
El otro día soñé algo que me impresionó. En ese momento no sabía que era algo premonitorio. En el sueño veía un coche volcado en un rio que al parecer había tenido un accidente. La conductora una mujer joven se había ahogado. En el asiento posterior viajaba, en una silla adaptada su pequeña hija, un bebé de un dos o tres años. La hija no se había ahogado y permanecía en las gélidas aguas del rio soportando una temperatura insufrible.
Lo que me conmovió fue ver el cuerpo astral de la madre, que se había  desprendido por la muerte, que no se había alejado del coche y estaba abrazando a su pequeña para darle calor y proteger a su bebé.
El amor que irradiaba la madre era absoluto, intenso. Ni siquiera se preocupaba de su muerte sino de proteger a su pequeña niña.
Aquella experiencia me sensibilizó hasta el punto de despertarme llorando en plena noche. Recordé entonces que los lazos de amor no desaparecen por la muerte. Comprendí asimismo el amor que desarrolla una madre por sus hijos y contraste tristemente la cantidad de muertes que se dan en el planeta por guerras, ambición, fanatismo o poder. Bastaría un pequeño porcentaje de ese amor de aquella madre en el rio inyectado en cada ser humano para cambiar el destino del planeta, produciendo paz y respeto por la vida.
Desgraciadamente, dos días después, leía en las noticias que una madre había fallecido en Estados Unidos en las mismas circunstancias de mi sueño. La niña había resistido 14 horas antes de ser rescatada por los bomberos. Curiosamente el grupo de rescate que solo había permanecido unos minutos en el agua tuvo que ser asistido en el hospital de hipotermia, mientras que el bebé resistió 14 horas asistida por el cuerpo astral de la madre fallecida.
Quizás estas cosas tengan poca importancia para la mayoría de las personas, pero unas gotas románticas de amor en este tiempo tan confuso puede incentivar el lado positivo que todos los seres humanos llevamos dentro.

Heliocentro.