EL SEÑOR DE LA CUERDA:
Una imagen impacto mi mente anoche y, como si de un archivo
comprimido se tratase, la imagen fue tomando color, forma y sonido a lo largo
de un sueño reparador.
En mi cortex se dibujo una gran torre, podría compararla con
las torres de los castillos medievales o probablemente con la gran torre de
Babel.
En lo alto de la torre estaban 12 hombres, cada uno de ellos
era el responsable y el guardián de una cuerda que se sujetaba desde la punta
más alta de la torre hasta media altura de la misma. De las doce cuerdas
colgaban personas, hombres en la parte más alta de las mismas, después le
seguían las mujeres y por último los niños, todos ellos sujetos con uñas y
dientes a las mismas para no caerse, pero cierto es que la fuerza con la que se
sujetaban los de arriba era mucho menor que con la que se sujetaban los de
abajo pues el miedo a caerse iba desapareciendo en la medida que se tenían
posiciones superiores. Una de las misiones de los señores de la cuerda era
evitar como fuese que nadie subiese a la cima, donde ellos estaban.
El extremo inferior de todas las cuerdas empezó a pudrirse,
las personas agarradas en ese extremo (niños y mujeres) empezaron a caer al
vacío. Presos del pánico, las personas que se encontraban agarrados por encima
de la destrucción de la cuerda se agarraron aún más fuerte a la misma, sin
poder ayudar a los que se caían pues necesitaban las dos manos y los dos pies
para sujetarse más fuerte entraron en una situación de pánico y culpabilidad. No podían hacer nada para ayudar a los que se
caían pero tampoco podían escalar y subir a lo más alto de la torre pues por
encima de ellos había cientos de personas también sujetos que les impedían la
ascensión. Sólo podían esperar presas del miedo que la enfermedad de la cuerda
no subiera hasta donde ellos se encontraban a así se pudieran quedar en la
misma posición donde estaban, es decir, en una falsa salvación.
Los guardianes de la cuerda o los señores de la cuerda,
miraban impíos hacía abajo con un fondo de alegría en su mirada pues el perder
parte de la cuerda no les hacía mucha gracia, pero que la raza humana se diezmara si era de
su agrado. Había demasiadas personas en cada cuerda y vaciarlas de cuando en
cuando era una buena praxis.
Ellos podían solucionar el problema muy fácilmente, tirando
de la cuerda y subiendo a todos los seres humanos a la cima de la torre para
después cortar la parte de la cuerda enferma y volverla a tirarla. Pero si
descolgaban a la humanidad de las cuerdas, ¿Cómo las iban a colgar de nuevo?.
Aunque la cima de la torre era lo suficiente grande para todos, los guardianes
tendrían que compartir parte de su espacio y eso no parecía muy viable pues
nunca antes se había hecho.
En el transcurso de la caída de las mujeres y niños al vacío,
ocurría algo curioso, no llegaban a
impactar contra el suelo, sino que un metro antes de llegar al mismo se
convertían en arañas, cucarachas, ratas, moscas, orugas y demás bichos e insectos oscuros y
asquerosos que nos molestan y fastidian tanto. Una vez transformados llegaban
al suelo suavemente y se unían en un río de insectos que rodeaba la torre por
sus cimientos y subía en forma de agua a la cumbre de la misma. Esta agua era
el principal alimento de los humanos, los que más bebían eran los guardianes y
después los que estaban sujetos en la parte más alta de la cuerda, para seguir
reduciendo la cantidad de agua en la medida que las personas agarradas se
encontraban en los extremos medios e inferiores.
La naturaleza de esta agua estaba llena de miasmas, los
cuales nadie podía ver ni imaginar, estos miasmas o toxinas entraban dentro del
código genético de las células del que la bebía y las desorganizaba provocando
enfermedades autoinmunes degenerativas como cáncer , esclerosis, lupus,
parkinson, alzheimer……
Los que más bebían más desarrollaban estas enfermedades y la
muerte era lenta y dolorosa, no rápida y metamórfica como la de las mujeres y
niños que se caían.
Me desperté y por supuesto relacioné. La torre con la
sociedad actual, las cuerdas y la gente que se caía con la crisis económica y
moral y los señores de las cuerdas con los grandes poderosos políticos, ricos y
banqueros de nuestro planeta.
Todos sabemos quiénes son, no hace falta nombrarlos, pues nos
llevaría un RATO largo empezar a señalar.
A lo largo del día estuve reflexionando acerca del sueño:
-¿Qué sentido tiene seguir agarrado a la cuerda muerto de
miedo esperando la caída?
- En el caso de que me libre de la caída, tarde o temprano el
agua acabará por minar mi salud…..
Los señores de la cuerda son como los señores feudales de la
Edad Media, infranqueables, inalcanzables, despiadados e impíos.
Por mi parte, se pueden quedar con todo, yo he decidido soltarme de la cuerda. Voy a
intentar salir lo más rápido posible del sistema, si todos hacemos lo mismo, estos
guardianes se quedarían sin cuerda que cuidar,
sin trabajo y sin agua que beber.
No es tan difícil soltar la cuerda, sólo hay que planificarlo
e irlo haciéndolo despacio:
1º - intentar tener un trozo de huerta para no depender de
los grandes supermercados
2º- intentar ponerse aunque sea un molinillo eólico vertical
o panel solar en la terraza o ventana para ahorrar la mayor energía posible
3º - trata de compra en los pequeños establecimientos o
tiendas de barrio para saber quién se queda con nuestro dinero
4º - intentar tener el mínimo dinero en los bancos y sobre
todo quitar cualquier plan de pensiones, inversiones y plazo fijos, ya que
hemos constatado que no se hace en estas entidades buen uso de nuestros
ahorros.
5º . Las calderas de Pelex calientan muy bien y no nos hace
depender tanto del gas o electricidad en el invierno
6º - No votar jamás hasta que algún partido político renuncie
a la subvención estatal de la cual se mantiene, ya que ese dinero es del pueblo
y debe de volver al pueblo no a los señores de la cuerda. Las elecciones tienen
que ser asamblearias por y para el pueblo
7º - Intentar ayudar al vecino lo más posible sobre todo si
necesitamos de sus habilidades, mejor pagar el cambio de cañerías a mi vecino
que a una multinacional.
8º - habrá que mira el coche eléctrico para poder hacerle un
buen corte de mangas al petróleo y sobre todo si entre los molinillos y los
paneles solares somos autosuficientes energéticamente.
9º- Nunca seguir a las personas si a las ideas.
Os aseguro que si todos intentamos soltarnos de la cuerda,
conseguiremos sin quererlo que desaparezcan los señores de la cuerda y todos
podremos vivir en la cima de la torre o almena, pues en el planeta Tierra hay
espacio y recursos para todos
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